Adoptar o recibir a un perro en casa es una de las experiencias más bonitas que puedes vivir. Pero también es un gran cambio, sobre todo si es tu primer perro. Una de las claves para que todo vaya bien es el entrenamiento básico.
No necesitas ser un experto, ni tener mucho tiempo. Con un poco de paciencia y unos minutos al día, tu perro puede aprender los comandos esenciales que harán la convivencia más fácil y feliz.
En esta guía te cuento qué enseñar primero, cómo hacerlo y qué errores evitar.
Entrenar a tu perro no es solo para que “se porte bien”. También:
Refuerza el vínculo entre ustedes.
Ayuda a que se sienta seguro y tranquilo.
Evita problemas de comportamiento más adelante.
Además, un perro que entiende lo que se espera de él es más feliz.
No necesitas enseñarle todo a la vez. Comienza por estos tres:
Toma un premio (galletita o trozo pequeño de comida).
Muévelo sobre su cabeza, de manera que siga el premio con la mirada.
Cuando su trasero toque el suelo, dile “¡Sentado!” y dale el premio.
Repite todos los días por 5 minutos.
Este comando es útil para calmarlo antes de comer, salir a pasear o saludar a alguien.
Comando Sentado
Haz que tu perro se siente.
Muestra la palma de tu mano y di “Quieto”.
Retrocede un paso.
Si se queda quieto, felicítalo y dale un premio.
Empieza con pocos segundos y aumenta el tiempo poco a poco.
Este comando ayuda a evitar que salga corriendo o se ponga nervioso.
Aléjate un poco de tu perro y agáchate.
Dile con voz alegre: “¡Ven aquí!”
Cuando llegue a ti, acarícialo y dale un premio.
Es fundamental para llamarlo en situaciones de peligro o en el parque.
Comando quieto
Comando " Ven Aquí"
Un truco que ayuda mucho es llevar un registro de los avances. Así sabrás qué comando ya domina y cuál necesita reforzar.
Si quieres un seguimiento fácil, he creado unas Fichas de Entrenamiento Imprimibles para dueños primerizos. Con ellas podrás anotar los comandos, marcar avances y mantener la motivación.
👉 Quiero esos imprimibles de Etsy.
Entrenar a tu perro no tiene que ser complicado. Con 10 minutos al día, paciencia y constancia, tendrás un compañero obediente, feliz y seguro.
Empieza hoy con estos tres comandos básicos y verás cómo la convivencia mejora en poco tiempo.