Que un perro muerda, es una preocupación común para muchos dueños. Ya sea un cachorro que está explorando el mundo o un perro adulto con un problema de agresividad, es fundamental corregir este hábito para evitar accidentes y mejorar la convivencia. En este artículo, te contaré por qué los perros muerden, cuáles son las causas y cómo puedes corregir este comportamiento.
Antes de corregirlo, es importante identificar la causa del problema. Estas son algunas razones comunes por las que un perro puede morder:
Los cachorros usan la boca para descubrir el mundo, al igual que los bebés humanos lo hacen con las manos. Mordisquear es una forma natural de aprendizaje y juego. Sin embargo, es fundamental enseñarles desde pequeños que no deben morder con fuerza.
Los cachorros experimentan molestias en las encías cuando les están saliendo los dientes. Esto puede hacer que busquen alivio mordiendo objetos, muebles o incluso personas.
Los perros a los que no se les ha enseñado a personas, animales y entornos entre las 3 y 14 semanas de vida, pueden desarrollar miedo o agresividad, lo que puede llevarlos a morder.
Cuando un perro se siente amenazado o inseguro, su instinto de defensa puede hacer que muerda. Esto ocurre especialmente en perros que han sufrido experiencias traumáticas o que no han sido socializados adecuadamente.
Algunos perros pueden morder para proteger su territorio, su comida o a sus dueños. Este comportamiento suele verse en razas con fuerte instinto de protección o en perros que no han sido educados para compartir.
Si juegas de manera ruda con tu perro y permites que te muerda las manos o los brazos, estarás reforzando este comportamiento sin darte cuenta. Lo que empieza como un juego inofensivo puede volverse un problema cuando el perro crece y tiene una mordida más fuerte.
Algunas condiciones médicas, como el dolor crónico o problemas neurológicos, pueden hacer que un perro reaccione con agresividad y muerda.
¿ Porqué muerden los perros?
Una vez que has identificado la razón por la que tu perro muerde, puedes aplicar diferentes estrategias para corregirlo.
1. Educa a tu cachorro desde el principio
Si tu perro es un cachorro, enséñale que morder no está permitido. Cuando te muerda jugando, déjale saber que ha hecho algo mal con un "¡Ay!" en tono firme y retira tu mano. Luego, ignóralo por unos segundos para que entienda que el juego se detiene si muerde.
2. Dale juguetes adecuados para morder
Proporciónale juguetes para que los muerda. Hay juguetes especiales que alivian el dolor de las encías en cachorros y también productos masticables para perros adultos que los mantienen entretenidos sin necesidad de morder muebles o personas.
3. Evita los juegos bruscos
Nunca uses tus manos o pies como "juguetes" en el juego con tu perro. En su lugar, usa pelotas, cuerdas o juguetes de arrastre para fomentar juegos saludables sin morder.
4. Refuerza el buen comportamiento
Cuando tu perro juegue sin morder o tenga una conducta tranquila, recompénsalo con caricias, elogios o premios. El refuerzo positivo es clave para enseñarle buenos hábitos.
5. Socializa a tu perro
Exponer a tu perro a diferentes entornos, personas y animales desde temprana edad ayudará a que sea más confiado y menos propenso a reaccionar con miedo o agresividad.
6. Usa comandos de obediencia
Enseñarle comandos básicos como "quieto", "suelta" y "no" puede ser muy útil para controlar su comportamiento. Dedica tiempo a su entrenamiento y refuerza estos comandos con premios.
7. Establece límites claros
No permitas que tu perro muerda, aunque lo haga de forma "suave". Si tu perro muerde mientras juegas, detén el juego de inmediato. De esta manera, aprenderá que morder significa que la diversión termina.
8. Consulta a un especialista si es necesario
Si tu perro tiene problemas graves de agresividad y no logras controlar su comportamiento, lo mejor es acudir a un adiestrador profesional o un etólogo canino. Un experto podrá evaluar el caso y proporcionarte un plan de entrenamiento personalizado.
1. Castigar físicamente al perro
Nunca golpees ni castigues con violencia a tu perro. Esto solo generará más miedo y ansiedad, lo que puede empeorar el problema.
2. Gritarle o asustarlo
Los perros no entienden los gritos como los humanos. Regañarlo de forma exagerada o asustarlo puede hacer que relacione el castigo con su dueño en lugar de con su acción.
3. Reforzar el mal comportamiento sin darte cuenta
Si juegas con tu perro permitiendo que te muerda, aunque sea de manera suave, estarás reforzando el problema. Evita premiar conductas que luego querrás corregir.
Corregir que tu perro no muerda, requiere paciencia, coherencia y técnicas adecuadas. Identificar la causa del problema y aplicar estrategias efectivas te ayudará a enseñar a tu perro a no morder. Con el entrenamiento adecuado y una socialización correcta, lograrás tener un perro equilibrado y bien educado, mejorando así su calidad de vida y la relación contigo.
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